¿Todo tiempo pasado fue mejor?

El tema que abordamos hoy es el pasado, otro de los temas que se desarrollan en el libro “El arte de amargarse la vida”.

Todo el mundo tiene un pasado y, en general, es algo bueno y necesario, ya que nos da una identidad, nos mantiene conscientes. Pero muchas veces se convierte el gran problema del ser humano, ya que nos encanta regodearnos en los que hicimos mal o en lo que no hicimos. Por ello, nosotros pensamos que las personas no utilizamos lo bien, porque en muchas ocasiones sólo nos sirve para amargarnos la vida y para darle vueltas a cosas que ya no se pueden cambiar.

El pasado abarca cuatro aspectos diferentes:

1. Tendemos a sublimar el pasado y creer que fue mejor que el presente que estamos viviendo.
2. Nos aferramos a él como si se nos fuera la vida en ello, vamos por la vida como cangrejos, hacia atrás.
3. No nos responsabilizamos de nuestros hechos, convirtiéndonos en víctimas del destino. Un claro ejemplo de ello es el alcohólico que piensa que si está así es por las circunstancias que tenía en aquel momento y que la vida fue muy dura con él.
4. Tenemos una terrible tendencia a utilizar siempre las mismas soluciones en infinidad de ocasiones. Esto conlleva a estar peor, y a entrar en una espiral sin sentido. Como dice el autor Watzlawick es la receta “más de lo mismo”.

Desde una perspectiva psicológica creemos que los más saludable para las personas sería que nos desprendieramos de nuestro pasado y que cerraramos de una vez por todas ese pesado baúl de recuerdos que arrastramos con nosotros. Esta pesada carga nos traslada al pasado cual máquina del tiempo y no nos deja disfrutar del presente.

Lo que nosotros desde este blog recomendamos es que te desprendas de una vez eso que tanto te atormenta, ya que lo único que consigues es quedarte estancada en un punto fijo que no te deja avanzar. Lo pasado pasado está y lo único saludable es aprender de los errores sin obsesionarse.

Queriamos terminar con una frase que a nosotros que dice mucho y que seguro os hace reflexionar: “Vivir es tomar decisiones”… Y equivocarse.

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