A consecuencia de la vida estresante y acelerada que llevamos hoy en día y los agentes externos del medio ambiente que nos rodea como la contaminación, es importante tener en cuenta la salud de nuestra piel. En especial, la piel del rostro, que es la que más se resiente. Para poder lucir una piel brillante, sin puntos negros y sin rojeces, debemos cuidarla con mimo y constancia. Por ello, hoy hablamos sobre cómo hacerlo: los pasos de la limpieza facial, para conseguir de forma rápida y sencilla un cuidado intregral del rostro.
Pasos de la Limpieza Facial
Los pasos de la Limpieza Facial son los cuatro que comentamos a continuación:
- Limpieza: este primer paso es muy importante y debe realizarse a diario (se hagan o no los pasos posteriores), ya que si queremos obtener un resultado óptimo, debemos eliminar de la piel aquello que sobra y que la perjudica, como el maquillaje, las tóxinas y la suciedad. Para ello, podemos utilizar agua y jabón, aunque desde aquí recomendamos utilizar un producto específico, ya que irritará menos la piel y tendrá un efecto más localizado. De todas formas, si decidimos hacer la limpieza con agua y jabón, el jabón no debe contener alcohol y debe ser suave y poco invasivo. Debe ser eliminado con agua tibia.
- Exfoliación: este es el segundo de los pasos de la limpieza facial. En el mercado, existen infinidad de productos exfoliantes. Se recomienda usar uno con doble función: que elimine las células muertas y los puntos negros, y que elimine las marcas de la piel. En general, los exfoliantes contienen unos gránulos que arrastran la suciedad y las células sobrantes, dejando la piel suave y lisa. Éste también debe retirarse con agua tibia. Este paso sólo debe realizarse de una a dos veces por semana, ya que podría ser invasivo para nuestra piel.
- Tónificación: este tercer paso es importante y se realiza después de la exfoliación. Se pone un poco de producto en un algodón y se esparce por toda cara suavemente. Este paso ayuda a equilibrar el ph de la piel y mejora el aspecto del rostro.
- Hidratación: útimo paso a seguir. Es, junto a la limpieza, uno de los más importantes y que debe realizarse a diario. Una vez que hemos limpiado la piel, la hemos exfoliado para eliminar las células muertas y la hemos tonificado, toca aportarle hidratación. Antes de comprar una crema, debemos definir como es nuestra piel (seca, grasa o mixta) y comprar el producto que mejor se adapta a nuestras necesidades. Este paso debe realizarse tanto por la mañana como por la noche, para estimular la regeneración de nuestra piel. Una recomendación: elegir aquella crema para el día que contenga protección solar, para así evitar los prejuicios del sol en nuestra piel, tanto en invierno como en verano.
Si seguimos los pasos de la limpieza facial, conseguiremos lucir un rostro limpio y sin impurezas. Todos los productos que hemos recomendado arriba, deben escogerse teniendo en cuenta nuestras necesidades y características de nuestra piel.
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