Cuando las temperaturas, debido al verano o un sitio
cerrado, son muy altas, debido al calor, la deshidratación de nuestro cuerpo es
mayor. Esto ocurre porque sudamos más y el agua de nuestro cuerpo se evapora.
La deshidratación nos afecta a todos, pero no por igual, ya
que hay un rango de personas a las que les afecta en mayor medida. Éstas son
los niños, los ancianos, las embarazadas, los deportistas y aquellos que
trabajan al aire libre.
Para evitarla, lo recomendable es beber, además de agua,
zumos, refrescos e infusiones frías. Aquellos que no se hidratan como deberían
pueden llegar a sufrir la muerte, por lo que no es una tontería el beber,
incluso sin sed.
Por ello, te vamos a dar algunos consejos para evitar la
deshidratación.
- Hay que beber de 2 a 3 litros de agua, aunque no se tenga sed. No de golpe, sino de manera continua.
- Ingerir alimentos ricos en agua, como las frutas.
- Evitar tomar bebidas alcohólicas, por su efecto diurético.
- Si no es necesario, no exponerse al sol, buscar siempre la sombra.
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