La primavera simboliza el renacer, la llegada del buen
tiempo (en general), el nacimiento de las flores y también, porque no, de la
alegría... Pero esta estación no es tan feliz y divertida para todos, ya que
hay muchas personas que temen su llegada. Son los alérgicos, especialmente al
polén, cuyos niveles en esta época son mucho más altos que en el resto del año,
lo que les afecta sobremanera.
Y es que se dan las condiciones perfectas para que el polen
prolifique y eso obliga a los alérgicos a tomar ciertas medidas. La primera de
ellas es, por supuesto, conocer los niveles de polen para poder evitar acudir a
tal sitio en tal momento, sabiendo que será alto. Evitar así mismo los días de
viento, por ser más peligrosos. De igual manera, las mejores horas son las del
atardecer, ya que por la mañana-tarde y de madrugada, el polen es más
abundante.
En casa, las ventanas deben mantenerse cerradas en esas
horas punta de polinización. Así mismo, utilizaremos un filtro adecuado para el
aire acondicionado, y limpiaremos la casa a fondo, con aspiradora a ser posible,
al menos una vez a la semana.
Por supuesto, todos estos consejos, combinados con la
medicación e incluso con las vacunas, a modo de inmunoterapia, nos permitirán
hacer más llevadera esta época del año en caso de ser alérgicos, algo que
realmente nos puede fastidiar sobremanera, sobre todo cuando empieza a hacer
buen tiempo y tenemos tantas ganas de salir al aire libre.
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