Descansar debidamente, durmiendo al menos ocho horas
diarias, es una de las bases para que nuestra salud no se vea alterada por el
alto estrés que solemos sufrir en nuestras vidas. El ritmo del trabajo, de la
vida cotidiana, donde siempre vamos corriendo a todos sitios y parece que nunca
paramos, hace que el rato de descanso sea más importante. Por eso es necesario
descansar adecuadamente, algo que no siempre conseguimos.
Una parte del problema está precisamente en no poder
desconectar de todo el estrés, el trabajo y los problemas cuando nos disponemos
a dormir. Eso hace que no podamos coger el sueño fácilmente y no paremos de dar
vueltas y más vueltas en la cama. Es por eso tan importante el saber cómo
llegar a ese momento tranquilo y relajado, para tener un sueño profundo y de
calidad.
Acostarse siempre a la misma hora, convirtiendo el dormir en
un ritual, es una de las formas más eficaces de conseguirlo. Puede ser
recomendable también salir a dar un paseo antes de dormir, lo cual nos puede
relajar bastante. Si pensamos que es demasiado, un hábito muy positivo es leer
en la cama, como una media hora antes de dormirnos.
Si todas estas acciones típicas y usuales no funcionan, otra
alternativa es la meditación. Se puede emplear en cualquier momento del día, pero
es muy efectiva justo antes de dormir.
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