jueves, 18 de agosto de 2016

Cuatro consejos para dormir la siesta perfecta

No sabemos si en realidad es un invento español o simplemente fuimos nosotros los que la pusimos de “moda”, pero es cierto que la siesta es uno de esos placeres que tanto gustan por estos lares, y que los extranjeros han sabido acoger con gusto. Una cabezada justo después de comer nos puede dar ese empujoncito que necesitamos para aprovechar el resto del día, haciéndonos descansar debidamente si nos hemos levantado muy pronto.

Pero la siesta también puede ser perjudicial si no sabemos cómo dormirla. Parece algo muy sencillo pero no es tan fácil, ya que requiere de ciertas condiciones determinadas para que la siesta sea verdaderamente beneficiosa para nuestro organismo y no al contrario. Aquí te dejamos los cuatro consejos básicos para dormir la siesta perfecta:


  • -       Dormirla cuando se necesita. Con esto queremos decir que la siesta no tiene porqué ser obligatorio para todo el mundo ni todos los días. Solo recurrir a ella cuando estemos cansados, o cuando el calor, por ejemplo, nos haga tener más sueño después de comer. Por eso es más aconsejable en verano que en invierno.
  • -       Dormir en buenas condiciones, es decir, en el sofá o en la cama, no en una silla o en cualquier otro sitio, ya que eso en lugar de beneficiarnos nos perjudicará, porque no estaremos descansando, y además nos puede producir dolores físicos en el cuello o la espalda.
  • -      Que sea un complemento para nuestro sueño nocturno, el importante. No podemos pensar en no dormir por la noche para luego recuperar el sueño perdido en la siesta, ya que nuestro cuerpo no está acostumbrado a eso y no funcionará debidamente, por no hablar del problema que supone cuando queramos recuperar nuestro ritmo circadiano habitual.
  • -       La siesta perfecta, de no más de media hora. Es el tiempo necesario para descansar y dormir lo suficiente para despertarnos con fuerza. Si dormimos más entraremos en fase de sueño profundo y al despertar nos sentiremos desorientados, lo que puede ser perjudicial.  


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