En la alimentación,
como en cualquier otro aspecto de la vida, existen mitos que han convertido
algunas mentiras en verdades absolutas, después de ser repetidas millones de
veces por todo el mundo. Uno de ellos tiene que ver con lo aptos o buenos que
son los productos congelados que
podemos encontrar en cualquier supermercado. Hay quien apunta a que estos
productos son de mucha menos calidad que los frescos. Pero tal vez no sea así
del todo.
Lo cierto es que todos querríamos encontrar la carne más fresca, los pescados recién
traídos del puerto y los productos más recientes, pero también es cierto que en
muchas ocasiones, por nuestra localización
o simplemente por nuestra situación, optamos por comprar productos congelados, más baratos, aunque según casi todo
el mundo, también de peor calidad. La ventaja con la que cuentan es que podemos
mantenerlos en el congelador para
consumirlos cuando más nos convenga.
Sin embargo, parece que esa diferencia tan extrema de calidad entre los productos frescos y
recientes y los congelados no es tal. Según afirman los expertos, los productos
de calidad que han sido congelados y se mantienen así hasta su consumo conservan todas las propiedades
de la misma forma que si los consumiéramos a las pocas horas. Precisamente por
eso se congelan, para conseguir que esas propiedades
no se pierdan y se mantengan tal cual.
Es por eso que, mientras se mantenga la llamada cadena de frío (que el alimento no se
descongele, porque si es así se estropeará) no debemos tener ninguna duda a la
hora de consumir este tipo de platos y productos. Cierto es que su sabor tal
vez no sea exactamente el mismo que el de un producto fresco, pero es una alternativa para muchas personas y
desde luego, en lo que a la salud se refiere, no hay nada que nos impida
consumir este tipo de productos
congelados.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar, entre todos haremos de Experto Vida Sana un blog mejor.