Sales de fiesta
una noche y llegas a las tantas, con un sueño que no puedes aguantar, y con la
única intención de meterte en la cama lo antes posible. Pero estás maquillada, y deberías quitarte toda
la pintura de encima antes de acostarte… A veces lo haces, otras la dejas y
mañana ya veremos. Sin embargo, deberías estar siempre dispuesta a quitarte el
maquillaje, ya que dormir con él no es
nada beneficioso.
Más allá del evidente estropicio
que puedes hacer entre las sábanas y la almohada, dejar el maquillaje sobre tu
rostro cuando vas a dormir puede dañarte
la piel de la cara, una de las más sensibles de todo el cuerpo, algo que se
notará sin duda posteriormente. Aunque el maquillaje que lleves sea muy
sencillo o básico, siempre hay que
desmaquillarse al llegar a casa, utilizando para ello las toallitas
desmaquillantes y a ser posible, el agua micelar.
Así es como se
consigue que el rostro siga perfecto después de una noche intensa. Cuesta
al principio, pero si lo conviertes en una rutina, al final será algo tan
básico como desnudarte para meterte en la cama. Es una forma de cuidarte y evitar también que la piel sufra más de lo
debido.
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