Los pilares básicos de una vida saludables son una dieta
sana, completa y nutritiva, y un ejercicio suficiente para mantenernos en forma
y liberar dopamina, que además nos hará sentir más felices. Esto ayuda a que
todo nuestro cuerpo esté mejor, pero mentalmente, a veces también necesitamos
un poco de ayuda para mantener la mente despejada de problemas y
preocupaciones. La meditación ayuda mucho en ese sentido.
De hecho, se han comprobado los más que beneficiosos efectos
de meditar justo después de hacer ejercicio, como una fórmula de asimilar todo
el esfuerzo realizado y despejar también nuestra mente. Al terminar de un
ejercicio físico importante el cuerpo debe volver a su estado normal, y nada
mejor que hacerlo a través de la meditación, canalizando toda esa energía que
todavía mantenemos en nuestro organismo.
El propio hecho de recuperar mejor la respiración a través
de la meditación nos ayudará no solo a relajarnos después de entrenar, sino
también a ser más conscientes del esfuerzo realizado. No tiene que ser tampoco
una meditación muy larga, pero sí profunda, para que nos sirva como puente
entre el ejercicio intenso y nuestra actividad habitual. Acabaremos despejados
y mucho más tranquilos, no tan acelerados a como terminamos el ejercicio.
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