Aunque llevamos ya varias semanas con temperaturas bastante bajas, lo cierto es que el invierno acaba de llegar en estos últimos días, y es ahora cuando empieza el frío de verdad. De hecho, tradicionalmente, los meses de enero y febrero son los más fríos del año, bastante más que diciembre, por ejemplo. Abrigarnos bien, tener puesta la calefacción en casa a un nivel adecuado y por supuesto, alimentarnos adecuadamente, son las bases para combatir ese frío.
El frío puede hacer que nuestras defensas bajen, y es además un aliado perfecto para los virus y contagios. Este año, más que nunca, debemos prevenirlos de la forma más meticulosa posible. Y la alimentación es una de las mejores alternativas para disfrutar de mayor fortaleza frente a esos virus, revitalizando nuestras defensas. Tenemos, por ejemplo, los productos fermentados como el yogur, que ayudan a proteger la flora intestinal, o el pescado, que nos aporta muchos minerales para estar más fuertes.
Siempre se han relacionado las bebidas calientes con la salud en esta época del año, pero es más bien una sensación momentánea, aunque puede ser muy efectiva si tenemos demasiado frío. El café y el chocolate caliente, en su justa medida, también nos permitirán estar más fuertes para luchar contra esas infecciones y contagios. Las sopas de verduras son también un remedio infalible. El queso, los huevos y la pasta formarían parte del menú ideal para fortalecer nuestro sistema.
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