La glándula tiroides, ubicada en la parte posterior del cuello, es la encargada de crear las hormonas que controlan nuestro metabolismo. Un mal funcionamiento de este órgano puede producirnos graves trastornos de salud. Ocurre así con el hipertiroidismo y el hipotiroidismo, dos afecciones relativas aunque diferentes, cuando esta glándula trabaja demasiado o muy poco.
El hipotiroidismo
subclínico se describe como una forma leve de hipotiroidismo, no detectable
por síntomas, sino solo a través de análisis. Cuando sufrimos esta afección,
nuestra glándula tiroides no crea los niveles suficientes de la hormona que
regula el metabolismo. No es un caso
grave, pero suele cuidarse para que no pase a más y se convierta, de hecho, en
hipotiroidismo.
A pesar de que los síntomas
son muy leves, en ocasiones se han dado casos de personas con hipotiroidismo
subclínico que han sufrido pérdidas de peso inexplicables, apatía, problemas de
sueño e incluso tendencia a la depresión. La afección solo se puede localizar a través de un análisis, así que
es conveniente que si tenemos estos síntomas de forma constante, acudamos al
médico para una revisión completa.
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